Migrar en crisis nace con un objetivo académico. Eso está bastante claro, pero tras este cometido que se nos impuso para la superación de la asignatura se encuentran inquietudes personales.
La inmigración, siempre presente en la vida de mi familia, supuso hace muy pocos años atrás un tema candente. Yo diría preocupante para muchos españoles. Pero al que muchos de nuestros ciudadanos les preocupara la llegada de inmigrantes en patera no era más que el fiel reflejo de lo que los medios de comunicación hacían de un proceso social que se ha ido repitiendo a lo largo de nuestra historia.
El número de inmigrantes que llegó a España en 2009 bajó considerablemente: más de un 40% en los seis primero meses del año pasado. Así lo argumentaba El País en una noticia publicada el 15 de julio de 2009. Además, con respecto a 2006, el descenso de la llegada de extranjeros en situación irregular es muy acusada: "cuando arribaron a España más de 17.000 inmigrantes", asegura el diario de difusión nacional.
Números aparte, si el tratamiento de la información relacionada con la inmigración estaba cargada de estereotipos en 2006, actualmente tampoco deja de estarlo. No hay más que leer la noticia anteriormente mencionada: "arribaron", un término con un significado despectivo en este contexto y del que se desprende que los inmigrantes sólo llegan a España a través de las costas. Afortunadamente, este tipo de expresiones que eran recurrentemente utilizadas en los medios de comunicación, han dejado de ser tan frecuentes en el lenguaje periodístico como en el año 2006.
No obstante, es sabido por todos que los medios marcan en demasiadas ocasiones la palestra informativa. La inmigración fue uno de los principales temas que día a día ocupaba las páginas y los informativos. Y lo hacía de manera inadecuada. Las imágenes de pateras eran el pan de cada día. A ello, se le sumaban términos como el de invasión, avalancha... Informaciones que no era fieles a la realidad migratoria ya que la mayor parte de los inmigrantes clandestinos llegaban y llegan a España a través de los aeropuertos. Sin embargo, las playas de las comunidades costeras fueron repetidas hasta la saciedad, hasta crear una conciencia equívoca en los españoles, construyendo otra realidad.
Sin duda, en este caso y como asegura Juan José Téllez -periodista y escritor-, "el periodista es un confortable cómplice del poder en este extraño crimen, ante el cual sentimos miedos de las víctimas en lugar de los verdugos". Así es, porque los medios de comunicación fabricaron una idea, en muchas ocasiones, equívoca y única del inmigrante.
Está claro que el tratamiento informativo condiciona de manera acertada o no, siendo éste último caso el de la inmigración, la imagen colectiva. El imaginario que el público construye a través de la información que los medios ofrecen no concuerda, muchas veces, con la realidad.
http://www.youtube.com/watch?v=CCcc7ea3DGg
Fuentes: elpais.com
youtube.com
La inmigración, siempre presente en la vida de mi familia, supuso hace muy pocos años atrás un tema candente. Yo diría preocupante para muchos españoles. Pero al que muchos de nuestros ciudadanos les preocupara la llegada de inmigrantes en patera no era más que el fiel reflejo de lo que los medios de comunicación hacían de un proceso social que se ha ido repitiendo a lo largo de nuestra historia.
El número de inmigrantes que llegó a España en 2009 bajó considerablemente: más de un 40% en los seis primero meses del año pasado. Así lo argumentaba El País en una noticia publicada el 15 de julio de 2009. Además, con respecto a 2006, el descenso de la llegada de extranjeros en situación irregular es muy acusada: "cuando arribaron a España más de 17.000 inmigrantes", asegura el diario de difusión nacional.
Números aparte, si el tratamiento de la información relacionada con la inmigración estaba cargada de estereotipos en 2006, actualmente tampoco deja de estarlo. No hay más que leer la noticia anteriormente mencionada: "arribaron", un término con un significado despectivo en este contexto y del que se desprende que los inmigrantes sólo llegan a España a través de las costas. Afortunadamente, este tipo de expresiones que eran recurrentemente utilizadas en los medios de comunicación, han dejado de ser tan frecuentes en el lenguaje periodístico como en el año 2006.
No obstante, es sabido por todos que los medios marcan en demasiadas ocasiones la palestra informativa. La inmigración fue uno de los principales temas que día a día ocupaba las páginas y los informativos. Y lo hacía de manera inadecuada. Las imágenes de pateras eran el pan de cada día. A ello, se le sumaban términos como el de invasión, avalancha... Informaciones que no era fieles a la realidad migratoria ya que la mayor parte de los inmigrantes clandestinos llegaban y llegan a España a través de los aeropuertos. Sin embargo, las playas de las comunidades costeras fueron repetidas hasta la saciedad, hasta crear una conciencia equívoca en los españoles, construyendo otra realidad.
Sin duda, en este caso y como asegura Juan José Téllez -periodista y escritor-, "el periodista es un confortable cómplice del poder en este extraño crimen, ante el cual sentimos miedos de las víctimas en lugar de los verdugos". Así es, porque los medios de comunicación fabricaron una idea, en muchas ocasiones, equívoca y única del inmigrante.
Está claro que el tratamiento informativo condiciona de manera acertada o no, siendo éste último caso el de la inmigración, la imagen colectiva. El imaginario que el público construye a través de la información que los medios ofrecen no concuerda, muchas veces, con la realidad.
http://www.youtube.com/watch?v=CCcc7ea3DGg
Fuentes: elpais.com
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